13 de marzo de 2007

Experiencia

Aquella tarde no tenía claro lo que podía suceder entre nosotros, la tarde era oscura y el frió bailaba al compás del viento reinante en el lugar, el norte corría tan de prisa que no me di cuenta que estaba perdido, si perdido entre las garras del deseo, tu cuerpo ya no tenía obstáculos para disfrutar de mis locos instintos yo me despoje rápidamente de todo lo que llevaba y tenía en mi reprimido corazón.

Te deseaba tanto que había en mi un temor a lastimarte no con el sexo, no con las caricias, no con el deseo, sino, que con lo que podía seguir entre nosotros, yo no conocía tu opción frente a la vida, todo era confuso, claramente teníamos deseos de ser uno para el otro pero era nuestra primera experiencia en el tema, aquella tarde se nos convirtió en noche, en día, en una eternidad… aquella tarde pude comprobar que éramos la pareja imperfecta pero perfecta a la vez, las ganas estaban, la pasión existía…

Y así nos quedamos con esta experiencia que nos marco el camino…

1 comentario:

MentesSueltas dijo...

Pasaba a saludar y dejar un fuerte abrazo.

MentesSueltas