28 de mayo de 2007

A la hora de Almuerzo

Hoy estoy recordando aquel día, sentados todos los que éramos necesariamente estar alrededor de un almuerzo, con muchos condimentos y sazones que la vida nos tenía preparados.

Recuerdo que comíamos un poco tensos y un poco relajados, las miradas de ella se clavaban en mis ojos y no podía mantener su mirada porque se perdía entre el vapor de la comida.

Se disponía todo en aquella casa de colores como el destino lo quiso alguna vez, los colorees de rojo y verde recorrían los momentos vividos en aquellos días no mucha conversación entre ella y yo talvez querría que fuera así, la indiferencia de colores se mezclaba con nuestras indiferencias, nuestros celos, nuestras necesidades, nuestras ganas de estar lejos una de la otra, pero siempre muy cercanas, la distancia es uno de nuestros mejores aliados, mientras más lejos más conversaciones mantenemos, no nos estresamos mucho pero si nos recorre por las venas algo que no podemos evitar…

Hoy recordando aquel día, sentados todos los que éramos necesarios estar alrededor de una mesa, con muchos condimentos y sabores, con muchos colores, Tú y Yo despidiéndonos
en silencio nuestros corazones….

4 comentarios:

Marie dijo...

Un placer inusitado recorrer tu casa de nuevo... Date una vueltita por la mía y charlamos...

Besos mil.

Anónimo dijo...

te falta incluirla a ella en tu lista de blog, dónde está parsons, hay mucha gente que tiene blog, seguro somos millones, pero hay poca gente como ella y poca escritura como la de ella y poco verguenza aunque siempre en escondite para mostrarle admiración a esa yegua bella que vive en un cerro allá lejos

Simplemente dijo...

Anónimo: Cuando ella venga a visitarme y no cuando alguien me indique que tengo que poner o sacar a alguien de mi cabeza...cada uno es libre de hacer lo que quiere y no me gusta que me digan lo que tengo que hacer...pero no te preocupes anónimo yo siempre visito lo que me gusta y si me das tu blog o tu e-mail de seguro que te visitare...

Saludos de Simplemente...

Anónimo dijo...

Hay veces que no hace falta hablar...